En la pelea entre Shakira y Piqué, los más perjudicados son sus hijos, Milán y Sasha, de diez y ocho años respectivamente. La cantante decidió por medio de una canción buscar sanar y también vengarse, lo cual está bien para ella, pero al hacerlo por este medio pone a sus hijos en una situación difícil, la cual más adelante seguramente le cobrarán sus hijos.
La relación, que duró 12 años, empezó en el mundial de balompié del 2010 en Sudáfrica, en el cual ella era la intérprete de “Waka Waka” (canción oficial del mundial), y se hizo un video en el cual apareció Piqué. Después de una relación íntima de pareja de 12 años y dos hijos de por medio, optaron por tomar rumbos diferentes y por medio de un comunicado manifestaron: “Lamentamos confirmar que nos separamos. Por el bienestar de nuestros hijos, que son nuestra máxima prioridad, solicitamos respeto a (nuestra) privacidad. Gracias por su comprensión”.
“A ti te quedé grande y por eso estás con una igualita que tú”. Es decir ella se considera mejor que el padre de sus hijos, que era más famosa es cierto, que facturaba más también, pero no necesariamente por eso se es mejor madre. “Cambiaste un Ferrari por un Twingo, cambiaste un Rolex por un Casio”. Considerarse un Ferrari y un Rolex está bien para el autoestima, pero no necesariamente es así, pues Clara tendrá sus defectos, pero también sus cualidades que evidentemente encajan más con Piqué. Otro factor importante es la edad, pues Shakira le lleva diez años a Piqué y los gustos pueden ser diferentes a esas edades. Cuando empezaron la relación Piqué tenía solamente 23 años.
En este tipo de situaciones lo más importante es la tranquilidad de los hijos, en especial en estos momentos difíciles, pues si lo que aprenden es incorrecto podrían actuar del mismo modo el día de mañana cuando sean padres y se vean en una situación parecida. Los niños son como una esponja, captan mucho y todo lo que viven les afecta de manera positiva o negativa. Este evento que ahora tiene difusión mundial cobra aún más fuerza para los hijos, pues no solamente lo discuten sus amigos quienes seguramente les preguntan su opinión, y darle la razón a uno de los dos padres es difícil, pues a ambos los quieren.
Shakira por medio de la música se expresa sobre lo que siente, pero se olvidó de que es madre y todo lo que está haciendo puede ser que le sirva a ella, pero no a sus hijos ahora, quienes seguramente no tienen las herramientas necesarias para entender qué sucede y mucho menos la madurez para comprender la situación. Es posible que para pensar en ese tipo de problemas no se tenga nunca la edad adecuada. Probablemente Shakira nunca se arrepentirá, pero el daño a sus propios hijos ya está hecho. Si por medio de un comunicado que publicaron y que decía que los hijos son su máxima prioridad, Shakira lo disimula muy bien y a largo plazo sus hijos entenderán más a Piqué por guardar silencio.