El yo con yo

No hay sorpresa en el talante antidemocrático de la administración Petro. Al fin de cuentas el presidente trató durante una parte significativa de su vida de acabar la democracia por vía de las armas, como parlamentario siempre denostó de la institucionalidad y como alcalde mayor se pasó por la faja intencionalmente todo tipo de normativas para salirse con sus desastradas iniciativas, la mayoría de las veces consciente de que los jueces terminarían por declarar la ilegalidad de sus decisiones abusando de la presunción de legalidad de los actos administrativos. Incluso como alcalde, en sus balconadas, reconocía la ilegalidad de sus acciones con desvergüenza.

Otra grave señal de comportamiento antidemocrático ha sido la desvergonzada convocatoria presidencial a la ratificación popular, y a punta de pedradas, de sus grandes reformas, en particular la de nuestro sistema de salud.

Varios ministros y funcionarios han sido pillados con las manos en la masa desinformando, manipulando estadísticas y formulando falsas premisas para justificar sus iniciativas y reformas.

Ahora la desenfrenada e irracional carrera por destruir nuestra salud evidencia otra muestra de la manipulación, falsedad y desprecio institucional con la que, sin vergüenza, un gobierno de mínima mayoría y oscuras alianzas parlamentarias pretende imponer un estatismo caduco, corrupto y que servirá para alimentar el populismo que, aspira la izquierda, la atornille en el poder.

La ministra Carolina Corcho, una y otra vez, ha repetido que “la reforma a la salud ha sido construida por representantes de la sociedad civil” pero nadie sabe quiénes son.

¿Quiénes representaron a la sociedad civil, es decir a los 52 millones de colombianos que se benefician del sistema de salud, supuestamente en la elaboración del proyecto de ley? Ese proyecto que se mantiene en secreto.

Esta semana el sociólogo y filósofo Pedro Santana, socio perpetuo de la Corcho en Corporación Sur, se presentó desvergonzadamente ante los medios de comunicación como vocero de la “Comisión de Seguimiento de la Sentencia T-760/08 y de Reforma Estructural del Sistema de Salud y Seguridad Social” (CSR) de donde supuestamente salió el texto de la reforma y donde, se alega, se concertó la misma.

De esta comisión hacen parte algunas organizaciones del sector de la salud, pero no pueden alegar la representatividad de la sociedad civil. Tampoco hay claridad que Santana represente a dicha comisión.

Tampoco hay constancia de la participación de la totalidad de las organizaciones que conforman esta comisión. Tanto la Academia Nacional de Medicina, la Asociación Médica Sindical (Asmedas), Assosalud y la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, que forman parte de la CSR, de acuerdo con el Auto 316 de 2010 de la Corte Constitucional, señalaron en un comunicado conjunto que desconocían el texto en manos del presidente de la República y exigieron a la Ministra ser tenidos en cuenta en la discusión del texto que irá al Congreso. Por aquí no hubo socialización. Mienten la ministra y Santana.

¿Y qué tan representativa es la mentada comisión? El filósofo Santana la proclamó en medios de comunicación como un organismo asesor de la Corte Constitucional. ¡Miente! Al revisar el Auto en mención, el Máximo Tribunal la reconoce como un grupo de seguimiento al cumplimiento de las 16 órdenes de la Sentencia y NO como su organismo asesor. 

Finalmente, las asociaciones más grandes de pacientes como el Movimiento Pacientes Colombia que agrupa a 195 organizaciones de pacientes de todo el país, los gremios de las EPS como Acemi, Gestarsalud, Asocajas y la Andi, otros actores del sector como Afidro, la Fundación Retorno Vital, el Grupo de Economía de la Salud, entre otros, no hacen parte de la comisión de marras y claro que no le han dado representación a Santana y han sido marginadas de la imaginaria concertación.

No se ha hecho la concertación falsamente alegada por la ministra Corcho y si la hizo a escondidas o con su amigo Santana, de ella quedaron excluidas las más grandes asociaciones de pacientes, los gremios médicos, las facultades de medicina (Ascofame), las EPS, las IPS privadas, los laboratorios farmacéuticos y las sociedades científicas. ¡Casi nada!

¡Y qué casualidad! Quienes si forman parte del movimiento que escribió el proyecto son organizaciones como la Federación Médica Colombiana, la Asociación de Empresas Sociales del Estado (Acesi), la Corporación Latinoamericana del Sur, la Mesa por el Derecho a la Salud de Antioquia, en las cuales tienen o han tenido participación la ministra y su actual equipo de trabajo.

Ni hablar de que la ministra, aún hoy, sigue figurando como representante legal de la Corporación Latinoamericana del Sur con quien dice ella concertó la reforma. ¡El verdadero yo con yo!

Author: editor

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *