De pequeños a muchos homosexuales se les prohibía tener voz dulce, mover mucho las manos, abrazar su feminidad, jugar con muñecas o pedir una camiseta rosada. Los tiempos han cambiado, sí, pero a los adultos gais se les ha empezado a señalar por conectar con todo lo que en algún momento la sociedad les restringió. Ese es el caso de Sam Smith.
A Sam lo conocimos por el poder de su voz en baladas, por ser sobrio en tarima y lucir impecable con trajes oscuros y corbatas. Así, en ese molde tradicional masculino, Smith recibió sus importantes premios Oscar, Grammy y Brits.
En esta nueva década Sam ha estado más abierto a conectar con su parte femenina, a cantar sobre lo que sus relaciones sexoafectivas han producido en él y a vestirse como más le parece. Sin embargo el hecho de que haya decidido ser más real con su imagen, ha despertado en algunos seres del internet la homofobia y la gordofobia.
No son pocos los comentarios en redes sociales en las que hablan del “Sam Smith de antes”. Opiniones en las que comparan al Sam de hace diez años, un hombre tímido y en ocasiones triste, con el de ahora que está radiante y feliz.
Muchos de estos comentarios vienen de hombres LGBTIQ+ donde, lamentablemente, hay muchas opiniones homofóbicas por parte de los gais que abrazan y defienden la heteronormatividad dentro la comunidad.
En el video oficial del sencillo Im not here to make friends, Sam Smith recrea elementos que hemos visto en muchos clips de divas del pop y que él usa para plasmar lo que quiere mostrar visualmente de sus canciones. Lo que se ve es un hombre gay divirtiéndose, usando trajes divinos que lo ayudan a verse feliz y sintiendo poder a través de lo que eligió usar.
Pero para algunos es “asqueroso” que un hombre blanco sin sixpack se vista de esa forma.
El cambio de imagen de Sam Smith es una declaración a favor de las libertades individuales. Hay que honrar, celebrar y proteger la feminidad del cantante porque abre la conversación sobre cómo actuar frente a comentarios homofóbicos en la actualidad.
No estamos en una era en la que, especialmente los hombres homosexuales, deban aguantar comentarios hirientes sobre su forma de ser. El colectivo LGBTIQ+ no va a dar un paso atrás en lo que ha construido para complacer el odio de otros, ni soportar que otros gais ataquen a personas que han decidido romper con los estereotipos para hallar la felicidad.
Gracias Sam Smith por asumir lo que eres, lo que has construido, y por inspirar a muchos a encontrarse.