Esta página de Internet que ofrece, de manera gratuita, la reproducción de películas, es una de las más visitadas en el mundo; no en vano, en 2022 logró, en un solo mes, la histórica cifra de 130 millones de visitas, lo que la hace un aliado estratégico para los anunciantes, principal fuente de ingreso de este portal.
Ahora, este también puede ser uno de sus talones de Aquiles, pues a través de la publicidad se puede comprometer la seguridad de los usuarios que a diario acuden allí para ver series o películas que se encuentran en otras plataformas de streaming y que requieren una suscripción y un pago mensual.
Diferentes portales que han indagado sobre el tema y llaman la atención sobre las diferentes estrategias que los ladrones cibernéticos utilizan para robar datos sensibles a los usuarios y a las diferentes empresas u organizaciones.
En este sentido, Cuevana, al basar su modelo de negocio en la venta de espacios publicitarios en su página web, podría ser una de las más atractivas para los delincuentes, pues enlaces externos, engañosos y maliciosos pueden ser utilizados para llevar desde este portal a sitios donde los usuarios no están protegidos.
Según el portal Redes Zone, los ladrones de datos utilizan los reproductores falsos para engañar a los inocentes internautas que van tras su serie o película favorita.
“Básicamente, llegamos a una página donde aparece el título de una película o serie e incluso una imagen de la misma. Aparece también un botón de un supuesto reproductor, pero, al hacer clic, no aparece nada de lo que esperamos”, señala el sitio.
Esta táctica es la culpable de que a muchas personas les secuestren o roben datos como correo electrónico, claves bancarias, accesos a portales de compañías; asimismo, de esta manera también es muy fácil que los ciberdelincuentes encuentren la ruta para llegar hasta los accesos de portales corporativos, pues muchos usuarios utilizan los computadores de dotación para acudir a este tipo de páginas.
¿Dónde nació Cuevana?
El sitio web Cuevana es una plataforma de origen argentino en la que se pueden ver producciones de cine y televisión por streaming, que en 2011 llegó al top 20 de los sitios más visitados de su país con más de medio millón de visitantes por día.
Su lanzamiento fue el 1 de octubre de 2009 y tenía inicialmente el objetivo de dar acceso a los usuarios a películas o series que se proyectan en el cine o de otras plataformas de streaming como Netflix, Prime o HBO. De acuerdo con el portal MDZ, este sitio web no alberga ningún video, sino que utiliza servidores, mediante los cuales se insertan links externos que redireccionan al contenido que se quiere ver. A noviembre del año pasado contaba con 3.896 contenidos disponibles. Además, se mantiene como una de las páginas más utilizadas para ver contenidos audiovisuales y funciona completamente desde Argentina.
En diciembre de 2011, la plataforma lanzó por primera vez una película exclusiva, la cual no pasó por ninguna sala de cine, y fue estrenada directamente en la página web. Se trató del largometraje Stephanie, que fue dirigida por el cineasta nacido en Argentina, Maximiliano Gerscovich.
Entre las denuncias que ha recibido la página, destaca la alerta de varios usuarios sobre el robo de datos en internet, lo que se debe a que el plugIn de Cuevana, que era un complemento necesario para ver los videos, tenía un código malicioso que robaba información a los usuarios. De acuerdo con la plataforma, ya se actualizó el plugin a otra versión más segura.
De igual manera, HBO Latinoamérica comenzó un proceso penal en contra de la plataforma y contra uno de sus fundadores, Tomás Escobar, por presuntamente violar una ley de ese país sobre propiedad intelectual. Misma ley a la que se acogió la Unión Argentina de Videoeditores en su momento.
Además, en 2014, los usuarios alemanes de Cuevana Storm, la aplicación de la plataforma, fueron demandados por daños y perjuicios con 815 euros de un bufete de abogados.
Sin embargo, la página afirma que los contenidos que ofrecen “han sido extraídos exclusivamente de sitios públicos de Internet” y sus contenidos tienen un disclaimer con el que salvan su responsabilidad.